Análisis de Crimsonland

Crimsonland

Recientemente 10tons ha lanzado Crimsonland, una nueva versión del clásico que salió allá por 2003 para PC, y que en esta nueva adaptación cuenta con versiones para Windows, Mac, PS4 e iOS.

Un juego que sus creadores definen como un shooter con toques de RPG. Veamos de qué se trata en realidad…

La mecánica del juego es sencilla. Controlamos a nuestro personaje, un pequeño soldadito, en un mapa que rápidamente se convierte en un campo infestado de enemigos, aliens y bichos de todas clases que sólo tienen un objetivo: alcanzarte y matarte.

Crimsonland

Para sobrevivir contamos con un arsenal de armas, más de 30 diferentes, que podemos ir cambiando durante el juego.

A medida que matamos a nuestros enemigos, algunos de estos nos dejarán items que podremos recoger y que nos permitirán cambiar de arma, aplicar alguna mejora a nuestro personaje (como mayor velocidad de movimiento) o simplemente un arma de destrucción masiva que nos ayudará a machacar a un buen número enemigos.

Solo podemos llevar un arma simultáneamente, por lo que, cuando nos salga uno de estos items con una nueva arma, decidiremos si queremos cambiar la actual (la que llevemos equipada) por la nueva, o no. Bueno, eso si nos dejan… porque puedo aseguraros que el juego no es nada sencillo.

Según transcurre el tiempo veremos auténticas hordas que inundan la pantalla, y nos encontraremos en grandes apuros para poder «limpiar» el escenario de enemigos.

Crimsonland

Respecto a los modos de juego, tenemos un modo campaña con 60 niveles, que podemos jugar en distintos grados de dificultad. También contamos con 5 modos de supervivencia.

Tanto los modos de supervivencia como las armas, perks o mejoras las iremos desbloqueando a medida que avanzemos en el modo historia.

Existe la posibilidad de jugar en modo cooperativo local hasta 4 jugadores, algo muy divertido; pero se echa de menos un modo cooperativo online, que sin duda habría mejorado la diversión y la rejugabilidad en gran manera.

Técnicamente estamos ante un juego muy simple. Crimsonland no se caracteriza por un diseño gráfico vistoso ni detallado, más bien se trata de gráficos de varias generaciones atrás. Lo mismo hay que decir del sonido y la música, muy simples y justitos.

Crimsonland

En conclusión, Crimsonland es un juego para divertirse pegando tiros, donde no predominan los gráficos bonitos ni la música elaborada. Un juego técnicamente muy simple donde reina la jugabilidad y donde se persigue la adicción del jugador y los piques por llegar más lejos. Cosa que habría mejorado con un modo cooperativo online del que carece.

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